skip to Main Content

Hace un tiempo descubrí que trabajar por vocación viene de la mano de una vida plena. Quizás estamos tan acostumbrados a querer obtener la máxima rentabilidad sobre aquello que hacemos, que olvidamos que a veces con menos rentabilidad también podríamos llegar a ser más felices.

Aquí aparece el término “por vocación” también conocido como “por amor al arte”. Si lo que hacemos lo hacemos por amor al arte, supliendo nuestra economía por nuestra pasión, el nivel de esfuerzo, (reconocido por la RAE como la actividad del ánimo para conseguir algo venciendo dificultades), se vería menguado. No hay dificultad para aquello que, por amor, no nos supone un esfuerzo.

Daríamos entonces con una fórmula magistral:

Trabajo vocacional – rentabilidad = – esfuerzo + felicidad

¿Estarías dispuesto a obtener menos rentabilidad por dedicarte a algo que vocacionalmente puede reconfortarte más en vida?

Back To Top